Durante esta semana muchos de nosotros estamos clasificando y decidiendo qué hacemos con los juguetes que tenemos en casa. La función de un juguete es que los niños se diviertan jugando con él, cuando esto no sucede podemos plantearnos varias alternativas. Os proponemos la siguiente clasificación:
- Juguetes para jugar: si los Reyes i/o Papa Noel han interpretado bien los deseos de nuestros hijos, los juguetes nuevos serán de inmediato sus juguetes preferidos. Debemos dejarlos a su alcance para que los disfruten
- Juguetes para regalar: son aquellos juguetes antiguos con los que ya casi no juegan pero pueden ser aprovechados por otros (amigos, primos, hermanos, etc.)
- Juguetes para donar: lo mismo que el anterior pero para regalar a niños que no conocemos, siempre que estén en buenas condiciones. Hay organizaciones que organizan periódicamente recogidas solidarias de juguetes.
- Juguetes para reciclar: hay juguetes estropeados y en desuso cuyo fin debería ser el reciclado. Para ello deben depositarse en los diferentes contenedores según sean de plástico, metal…
- Juguetes para guardar: en ocasiones los niños pierden puntualmente el interés por algún juguete. En esta situación podemos guardarlos en una caja y al cabo de un tiempo un volverlos a sacar. Veréis como el interés de vuestros hijos vuelve a despertarse.
Ordenar los juguetes no significa quitarles
arbitrariamente a los niños los juguetes que a nosotros nos parezca. Debe
ser algo consensuado, sin agobios ni peleas. La idea es convertir la
actividad en algo positivo que les enseñe a valorar sus juguetes, a
cuidarlos y darse cuenta que entretenerse no consiste en acumular juguetes.
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